Alfred Bernhard Nobel nació el 21 de octubre de 1833 en Estocolmo, una ciudad que a principio de siglo XIX estaba en pleno apogeo. Era la ciudad por la que pasaba todo el comercio del norte de Europa. El padre de Alfred era un ingeniero de renombre, especializado en explosivos. Siendo muy joven Alfred su padre inventaría la mina submarina. Todos los países quisieron comprarle la patente. Al final su padre se decidiría por Rusia a donde se mudó con toda su familia.

En 1842 siendo aún niño su familia se mudó a San Petersburgo donde su padre montaría una fábrica de armamentos. Su padre mandó a Alfred por toda Europa cuando tenía diecisiete años. Viajó por todos los países que se consideraban importantes para la época, Francia, Alemania, Italia, Inglaterra y EEUU. Su padre que se había dado cuenta de que su hijo había heredado su inteligencia, intentó por todos los medios cultivarla. Se preocupó por que su hijo tuviera la mejor educación y una mente abierta y moderna como los nuevos tiempos exigían. Sus dos profesores de ciencias naturales fueron dos catedráticos de Química (Julij Trapp y Nicolai Zinin), tal vez esta seria la razón de su vocación de mayor.

La oleada de progreso que atravesaba Europa hizo que los países dejaran sus ansias de guerras en el continente. Después de Napoleón todo el mundo esperaba otra guerra pero no llego y cuando paso el tiempo suficiente la gente empezó a pensar que no tendría por qué llegar. Por esta razón Rusia perdió el interés en los explosivos de la familia Nobel. Cerraron la fábrica de San Petersburgo y se mudaron de nuevo a Suecia.

Alfred que en sus viajes había escuchado hablar de la piroglicerina la que más tarde sería llamada nitroglicerina, un explosivo más potente que los que habia en el momento pero con una pega era altamente inestable. Alfred comenzó asi su carrera hasta el invento que lo haria rico. El metodo para hacer que la nitroglicerina se volviese estable. Su padre quiso hacerse con la idea pero Alfred le dejo claro que aquel era su trabajo. Su padre le ayudaria a partir de ese momento entendiendo que seria su hijo quien tiraria a partir de ese momento del negocio familiar. Así obtuvo su primera patente con la nitroglicerina llamada aceite explosivo.

En 1864 explotaba la fábrica a las afueras de Estocolmo en el cual moriría su hermano Emil. Tan pronto como pudo creó una sociedad anónima y siguió con su trabajo. No podia perder tiempo ya que diferentes entidades ignorando el accidente empezaron a pedirle grandes cantidades de aceite explosivo con sus detonadores también patentados por él. Estando Alfred en EEUU explotó otra de sus fabricas, la de Alemania. No tuvo más remedio que volver y ponerse al frente de las investigaciones. Tenia que conseguir que su sustancia encontrara el punto en el que se hiciese estable.

En 1867 encontró la forma de hacerla estable. Mezclandola con un tipo de arena porosa (tierra diatomea), conseguia que esta empapase el aceite explosivo. Una vez unida las dos sustancias no eran más que una plasta fácilmente maleable que se metia en unos tubos cilindricos. Estos soportaban golpes y el paso del tiempo. Asi es como consiguio su nueva sustancia, la dinamita. menos explosiva pero estable. Alfred y su padre recibieron el premio Lettersdtska de la Real academia de ciencias de Suecia. Un premio otorgado a los inventos que mejoran la calidad del ser humano. Un premio que tanto Alfred como su padre estimaban bastante.

Alfred Nobel a parte de su faceta cientifica y de inventor tambien tuvo una filosofica. Leia bastante hasta el punto que para muchos estudiosos lo consideren un humanista por pegarle a todos los temas. Escribió varios libros sobre filosofia dando opiniones sobre los pensadores clásicos como Aristóteles y Platón o de pensadores del momento. Escribió sobre la guerra y la paz, aunque algunos dicen que al igual que los premios por mala conciencia pero nada más lejos ya que sus inventos mientras que duro su vida nunca tuvieron aplicaciones militares.

Entre sus publicaciones una destaca por encima de las demás y es un tratado sobre religión llamado Nemesis. Una obra con clara intención anticatólica que en su vida por su estatus y su declarada educación luterana no pudo difundir. A su muerte un cura sueco encontro las obras y en un intento de proteger su nombre destruyo dicha obra. Solo quedan una copia en los archivos nacionales de Suecia.

A su muerte, el 10 de diciembre de 1896, dejó un testamento que fue el que daría paso a la creación de los premios Nobel:

Se dispondrá como sigue de todo el remanente de la fortuna realizable que deje al morir: el capital, realizado en valores seguros por mis testamentarios, constituirá un fondo cuyo interés se distribuirá anualmente como recompensa a los que, durante el año anterior, hubieran prestado a la humanidad los mayores servicios. El total se dividirá en cinco partes iguales, que se concederán: una a quien, en el ramo de las Ciencias Físicas, haya hecho el descubrimiento o invento mas importante; otra a quien lo haya hecho en Química o introducido en ella el mejor perfeccionamiento; la tercera al autor del más importante descubrimiento en Fisiología o Medicina; la cuarta al que haya producido la obra literaria más notable en el sentido del idealismo; por último, la quinta parte a quien haya laborado más y mejor en la obra de la fraternidad de los pueblos, a favor de la supresión o reducción de los ejércitos permanentes, y en pro de la formación y propagación de Congresos de la Paz.

Los premios serán otorgados: los de Física y Química por la Academia Sueca de Ciencias; el de Fisiología o Medicina por el Instituto Carolino de Estocolmo; el de Literatura, por la Academia de Estocolmo; el de la obra de la Paz, por una comisión de cinco individuos que elegirá el Storthing noruego. Es mi voluntad expresa que en la concesión de los premios no se tenga en cuenta la nacionalidad, de manera que los obtengan los más dignos, sean o no escandinavos. Como ejecutores de estas disposiciones testamentarias designo al señor Ragnar Sohman, con domicilio en Befors, Verlandia, así como al señor Rudolf Lilljequist, con residencia en Malmskildnadsgatan 31, Estocolmo, y Bengtfors en las proximidades de Uddevalla.

A partir de ahora, es éste el único testamento con valor legal. Con él quedan sin efecto todas las disposiciones testamentarias anteriores que puedan aparecer después de mi muerte."

París, 27 de noviembre de 1895.

Alfred Bernhard Nobel

Al parecer a todo el mundo le pareció bien y a dia de hoy siguen llevándose a cabo los premios Nobel. Existe la leyenda urbana de que el Nobel a las matematicas no existe por que la mujer de Alfred Nobel lo engaño con un matemático. Aun así la corona de Suecia habilitó un premio especial para los matematicos aparte de los Nobel.

El Nobel a la economía se propondría más tarde, en 1968. El premio Nobel no esta aceptado por su familia y por esta misma razón se acordó que no se implementarían más premios en adelante. El premio a la economista hoy en dia se tilda del premio al sociologo, con un caracter más general y acaparando las ciencias politicas, la psicologia y la sociologia.

A la muerte de Alfred Nobel dejó una suma suficiente pero no especialmente generosa a su familia y lo demás lo donó a las intituciones que se dedicarian a dar los premios Nobel. Las entidades se encontraron con la responsabildad de dar dichos premios sin haberselo planteado anteriormente pero estando el dinero ya donado decidieron aceptarlo y hasta el dia de hoy se siguen celebrando teniendo estos gran prestigio.

Por último resaltar un par de cosas. La idea de este comentario sería el de hacer una biografía pero se ha quedado más en un simple comentario. Para que se note que ha habido una lectura de suficiente informacion añadire unas conclusiones de cosecha propia.

Primero, no creo que Nobel fuera muy familiar, no he encontrado informacion personal sobre su familia o sus relacciones más personales. No sufrió o no exteriorizó demasiada pena por la muerte de su hermano, es más se dedicó a activar las fábricas mas que a llorar por el. Le dejó muy claro a su padre que las patentes eran suyas. Y no dejó demasiado dinero a sus familiares a su muerte.

Segundo, no creo que fuera por problemas de conciencia el dejar en su testamento los premios Nobel, más bien lo veo como una forma de dejar algo para la posteridad. Algo así como lo de plantar un árbol, escribir un libro y tener un niño pero a lo grande. Dejar algo a su muerte por lo que fuese recordado y al mismo tiempo aportar un granito de arena a la historia del ser humano.

Para terminar, decir que tal vez fué de esas personas como Imanuel Kant que más que un personaje insensible o carente de empatía fue un estoico a la vieja usanza.