La leyenda cuenta que dos niños, Esteban en Francia y Nicholas en Alemania organizaron una masa de gente compuesta mayoritariamente de niños con la intención de tomar Jerusalén, la tierra santa. Realmente podemos hablar de dos sucesos más que de un único evento. Los dos ocurrieron en el siglo XIII en el año 1212 y fueron llamadas la cruzada de los niños.

Nicholas, un niño alemán que vivía en Colonia comenzó a predicar por la ciudad con la idea de organizar una marcha que más tarde se convertiría en la idea de la cruzada de los niños. Llego a reunir cerca de 10000 niños y con estos marcho hasta Génova donde esperaba encontrar una flota de barcos que los ayudara a cruzar el mediterráneo. La mayoría de los expedicionarios morirían de hambre o de frío cruzando los Alpes. Los que llegaron a Génova fueron disuadidos por el mismísimo Papa, Inocencio III. La mayoría volverían a sus casas, otros se convirtieron en ciudadanos de Génova y por último una pequeña parte iría hasta Marsella donde serían vendidos como esclavos.

Esteban, un pastor acudió a la corte con unas cartas que según él se las habría dado dios para que se las hiciese llegar al mismísimo rey de Francia. El monarca se las tomó como una broma no haciendo caso al joven pastor de Cloeis en un primer momento. Poco tiempo después afirmó recibir una nueva visión en la cual dios le daba las directrices de la nueva cruzada. Esteban debía reunir a todos los niños posibles y marchar contra Jerusalén. Lo que la fuerza no habría conseguido se realzaría gracias a la pureza de los niños. Los mares se abrirían para llegar hasta allí, y una vez en la ciudad los árabes no tendrían más remedio que abrir las puertas de la ciudad y entregarlas a la cristiandad conmovidos por esa demostración de fe.

Felipe II de Francia intentó disuadirlos pero no lo consiguió y rápidamente niños de todas partes se unieron a Esteban. Las crónicas de las época hablan de 20000 o 30000 niños. Marcharon hacia Marsella arrasando con las reservas alimenticias de los pueblos que encontraron en el camino. Algunas ciudades cerraron sus puertas ante los viajantes. Una vez llegados a Marsella los mares no se abrieron como había prometido Esteban. Gran parte de la comitiva se había desbandado o muerto de hambre por el camino. Unos comerciantes ofrecieron sus siete barcos para que pudiesen pasar el mar. Dos de los barcos nunca llegaron por que se hundieron pero los otros cinco hicieron una ruta por el norte de África vendiendo a los niños como esclavos acabando así la cruzada de los niños franceses.

A día de hoy todavía no se sabe que hay de real en esta historia. Al parecer en los textos de la época si se habla de la cruzada de los niños. Al parecer en un primer momento fueron apoyados por la iglesia, razón por la que algunos historiadores afirman que la iglesia ha querido tapar esta historia. Hay una teoría que asegura que la orden de los capuchinos serían los artifices de tal evento. Para algunos expertos los niños que siguieron a Esteban desistirían rápidamente al poco de empezar volviéndose a sus casas. Los niños que llegarían tal vez al puerto de Marsella serian los restos de la expedición de Nicholas a Génova. Si es cierto que se habla de 20000 o 30000 fieles reunidos bajo la idea de recuperar tierra santa.